LOS MONÓLOGOS QUE TE DIJE 2.0
Lugar; Teatro Alcázar (C/ Alcalá, nº 20 - Madrid)
Entradas; Atrápalo,
El Corte Inglés,
Entradas.com, entre 12 y 20 €
Estuvimos viéndolo en enero, mil perdones por haber tardado tanto en publicarlo.
Totalmente recomendable, nos lo pasamos genial. Nosotros cogimos palco, que por lo que cuesta casi te da lo mismo dónde sentarte. Fuimos en metro, recogimos las entradas y nos marchamos a cenar al VIP´s que hay justo cruzando la calle. Al salir, nos marchamos a tomar unas copas por la zona de Huertas. La ubicación del teatro es de lo mejorcito pues lo tiene todo para convertir la salida en un buen plan de fin de semana con la pareja o los amigotes.
Cosas que no me gustaron; no tiene descanso y el teatro es sólo eso, teatro, no tiene bar aunque nos pareció que sí te dejaban pasarte alguna bebida porque había un par de chicos con cerveza. Por lo demás, Agustín Jiménez un crack, ¡me encanta! A ver si cambia el monólogo en poco tiempo para poder volver a verlo, aunque creo que repetiría éste sin ningún problema.
AIGUANTULIVINAMÉRICA
Entradas; Atrápalo,
Hotel Senator, pero sólo para reservar entrada ya que el pago se hace en taquilla y en efectivo. Hay que recogerlas con tres cuartos de hora de antelación pero, como lo normal es que la cola sea enorme, ellos suelen aguantar las reservas hasta media hora antes del comienzo del espectáculo. 16 €.
Estuvimos el sábado por la noche.
Otra monólogo estupendo y, esta vez sí, pudimos acompañarlo de una copa. En este café-teatro no hay palcos ni se enumeran las entradas. En la parte baja hay mesas y, en la parte superior butacas pero van sentando a la gente según va llegando así que, como es lógico, los que más rato esperan en la cola son los que mejores asientos tienen. Nosotros, como es costumbre, llegamos con la hora justa aunque tuvimos suerte porque, aunque no nos sentaron donde queríamos, nos tocó la primera fila de la parte superior, con sitio para apoyar las cervezas y sin ningún problema para ver al artista. Dos horas con un descanso de diez minutos en la mitad, con la opción de la copa e incluso algo de comer, el humorista un crack (mi chico llorando a mares por la risa) y, para acabar, no nos dejaron salir de allí hasta que no llegó Goyo a la salida para despedirnos uno por uno, todo un gesto por su parte.
Fuimos en coche y no hizo falta dejarnos "la vida" en el parking porque conseguimos aparcarlo cerca y en zona no peligrosa, aunque la próxima vez volveremos a coger el tren ya que, si te apetece salir, la zona que nos gusta a nosotros nos pillaba bastante lejos del lugar donde lo dejamos aparcado.
Lo que no me gustó; que los acomodadores del teatro no impidieran a todo aquel que no estaba conforme con su asiento el llevarse la silla a donde le diera la gana, sin importar si se colocaba en el pasillo, estorbando e impidiendo el paso de la gente en caso de haber tenido que salir corriendo de allí. Por lo demás, sin queja, deseando repetir, el cartel se ve bastante interesante. Si alguien se anima, ya sabe.