Me gusta... Me encanta...

Me gusta sentirme así…

Me gusta saber que, en la distancia, me miran, me desean, me buscan…

Me gustan los juegos de miradas, me gusta que se sorprendan con mis labios y que se note en sus caras que desean probarlos…

Me gusta vestirme de manera apetitosa, me gusta provocarles y que tiemblen en mi presencia. Me encanta que se queden atontados cuando yo aparezco…

Me gusta que piensen que soy buena. Me encanta que imaginen que jamás he roto un plato y que no tengan palabras cuando me desprendo de mi abrigo y les miro fijamente jugando con la pajita del cubata…

Me gusta bailar para ellos y que no puedan evitar no bailar conmigo. Me encanta que quieran rozar su cuerpo con el mío, tímidamente al principio, suave y sensualmente después…

Me gusta cuando la temperatura empieza a subir y ellos creen que he caído en sus redes. Me encanta cuando piensan que son ellos quienes llevan las riendas cuando, en el fondo, no son más que la presa…

Me gusta cuando ya no quieren que siga jugando y aprietan mi cuerpo contra el suyo violentamente. Me encanta sentir que me dominan, me excita…

Me gusta empezar a sentir el roce de sus bocas en mi boca. Me encanta el beso tímido y coqueto al mismo tiempo que ansioso y deseoso, me pierde…

Me gusta que me agarren fuerte a medida que la pasión crece. Me encanta cuando sus lenguas aparecen y desaparecen como si jugaran al escondite, que humedezcan mis labios lentamente y consigan provocarme para que quiera más y más…

Me gusta… Me encanta…

Me gusta… Me encanta…

Me gusta jugar. Me encanta hacerlo porque me produce placer y me hace sentir como si flotara en una nube…