miércoles, enero 03, 2007

El Castillo de Merrick.

Me he enamorado. Podría estar durante horas contemplando este paisaje. ¿No es precioso? Mi castillo, je je je… Me imagino ser la princesa y estar asomada a la torre más alta. ¿Qué se verá? ¿Qué se sentirá? Imagino frío viento golpeándome, revolviendo mi pelo y mi vestido. Aspiro. Huele muy bien, huele a… fresco, a pino, a monte. Deslizo la mano sobre la piedra de mi castillo. No es suave pero sí agradable el roce que produce en mi piel. Me acerco y aspiro de nuevo. Mmmm… Pienso en todo lo que habrán visto estos muros que me rodean, en lo que habrán oído. ¿Cuántas historias podría escuchar de estas piedras? Intento vislumbrar algo entre la niebla, pero es demasiado densa para mis ojos. Lo único que puedo descubrir son pequeños grupos de árboles agolpados contra los muros. No veo nada… Lástima no poder gozar de la belleza que me rodea.Trato ahora de distinguir algún sonido. Silencio, es lo único que se escucha. ¡Cuánta paz! Me siento tan feliz que creo que voy a explotar. Es como un sueño del que no quiero despertar. Grito, grito muy fuerte. Eco por todas partes. Me siento como si flotase. Esto es una maravilla.
.
Post publicado en "Tejiendo Palabras" el día 13 de septiembre de 2005.

2 comentarios:

  1. Y estarías esperando al caballero que te viniera a rescatar de la torre donde te tenía encerrada el malvado Lord deMor con su gran dragón Pirpor... así son estas historias chica.

    ResponderEliminar
  2. No, no estaba esperando a nadie. Simplemente estaba disfrutando de algo maravilloso..

    ResponderEliminar