viernes, enero 04, 2008

Empezamos el año

Con gripe, para variar. Al final me subí a pasar Nochevieja y Año Nuevo a León en el tren ya que mi madre amenazó con desheredarme si se me ocurría coger el coche y bueno, por no disgustarla en estas fechas pues allá que fui y me "tragué" casi cinco horas de tren, al llegar pensé que si se retrasaba cinco minutos más podría matar al alguien, ya estaba que me subía por las paredes... Y, para empezar el año de la mejor forma posible, aquí que me vuelvo con gripazo que me ha pegado mi tía, qué maja ella, ¡jajaja! Todos andaban pachuchillos, unos con indigestión y ella con "costipao" y ¡zas!, los males en familia, si se comparte, mejor, que hay que ser solidario en estos días gente. Al menos no tengo fiebre ni espero tenerla, sólo el típico malestar, cansancio y muchos mocos. Llevo dos días enganchada al frenadol y ayer me compré un "tanque" de actimel en el súper, me falta el redoxón de naranja (por lo de la vitamina "C", que mi madre me ha hecho prometerle que me lo compraría) y ya estoy bien provisionada de sopas de sobre y sin sobre, que a partir de hoy serán mi alimento ya que estoy hasta las narices de tanta comida, ¡qué ganas de que se acaben ya las puñeteras fiestas!
¿Propósitos para el 2008? Bueno, pues no sé, improvisaré. A mi esas chorradas como que no me van, respetando profundamente a los que las practican, ojo. Este año he estado a punto de empezarlo sin uvas ya que tenía pensado revelarme contra la tradición, sin embargo, no he podido resistirme ya que me encantan y, estando con toda la parentela reunida, pues no podía quedarme fuera del cómico cuadro de poco más de diez personas luchando por no atragantarse o estallar en carcajadas. Lo de la prenda roja y demás, nada de nada, y uvas han sido once. La número doce llegó con retraso, bien por un fallo técnico de la persona que las fue metiendo en bolsitas o bien porque yo me debí de tragar dos de golpe y ni me enteré, tan concentrada como estaba, el caso es que tuve que robar de una bolsita huérfana que rulaba por ahí. Y después de que todo terminara, no salí. La verdad es que sólo he salido un año, que yo recuerde, ya que soy más de quedarme con la familia, lo prefiero. Además, como os podréis imaginar, en León hacía una temperatura de morirse, literalmente claro, y como en casita en ninguna parte. Lo pasé bastante bien disfrutando de mis primos, a los que hacía muchísimo que no veía, echando partidas a la Wii, que me ha enganchado totalmente y pienso comprármela en cuanto pueda, y al pin-pon, que no sabía jugar.
Pero todo lo bueno se acaba, por desgracia, y ahora aquí estamos de vuelta al curro. Menos mal que ya es viernes y que hoy comienzan otras minivacaciones que me duran hasta el martes, incluido. Lo único que siguen siendo con la familia, esta vez del lado paterno, y me entra urticaria sólo de pensarlo ya que mi cupo familiar ya está cubierto y más que cubierto. No tengo ninguna gana de más reuniones familiares, en serio, ¡qué coñazo! En fin, ya contaré qué tal. Besos gente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario